Olivia Paredes
El aumento de la población, el desarrollo urbano e industrialización han contribuido a la deforestación, la cual impacta de manera importante en medio ambiente; para compensar el daño causado a los ecosistemas, es urgente una correcta reforestación en zonas urbanas y rurales, destacó la académica Liliana Ruiz López.
En el marco del Día Internacional de la Madre Tierra, la especialista en Ciencias en Horticultura detalló que la deforestación en el ambiente ha orillado a la sociedad a tomar medidas y realizar actividades de divulgación, concientización y prevención, con el objetivo de no impactar más de manera negativa.
“Nos hemos enfocado mucho en estos últimos años a la reforestación para compensar un poco el daño que hemos causado a los ecosistemas; la Comisión Nacional Forestal (Conafor) la define como la plantación de árboles en un lugar que en su pasado estaba poblado, fértil, virgen y que por alguna causa fueron deforestados.
“Consiste en un conjunto de actividades que comprende la planeación, es decir, no se da nada más plantando cualquier árbol para contribuir, sino que debe ser planificada, llevarse a cabo la operación, control y supervisión de ese proceso de plantación de árboles; se puede realizar tanto en zonas urbanas como rurales, y de acuerdo con la zona, se clasifica”, puntualizó.
La docente del Departamento de Ciencias Químico Biológicas y Agropecuarias especificó que la reforestación urbana se implementa en las ciudades donde existen bulevares desérticos, mismos que se convierten en pasillos verdes.
“En Sonora se han llevado a cabo muchas brigadas de reforestación para ir compensando esa flora y fauna en los lugares donde han sido devastados por la deforestación; existe mucha tala de mezquites, lo utilizan mucho para elaborar muebles, para cocinar, para la postería, es una tala brutal la que se está llevando a cabo y no se está reforestando adecuadamente”, enfatizó.
Ruiz López dijo que para plantar árboles se requiere una planeación previa que consta de varios pasos, que van desde seleccionar las especies endémicas y elegir la temporada correcta, hasta utilizar germoplasma y evitar la transportación de las plantas.
“Primero es hacer una selección correcta de la especie que vamos a plantar, debe de ser una especie autóctona para poder que tenga viabilidad en su desarrollo y poder llegar a ser una planta adulta que nos genere oxígeno, que absorba gran parte del bióxido de carbono que se genera en la industria; no deben de ser plantas invasoras porque en lugar de ser un beneficio, nos causará un perjuicio para las plantas que ya han crecido dentro de esas zonas.
“El segundo paso es el uso de germoplasma de la mejor calidad genética y genotípica posible, con un suministro oportuno y permanente, para ello nosotros debemos tener un sistema de producción de plantas como viveros que se dediquen exclusivamente a producir plantas de la región para poder que se aclimaten rápido y tengan un buen desarrollo”, enlistó.
Es muy importante llevar a cabo la plantación en épocas adecuadas, subrayó, sobre todo en Sonora, donde el clima es drástico, caliente y puede deshidratar en uno o dos días la planta; así como utilizar técnicas silvícolas apropiadas para favorecer el desarrollo de las plantas y un buen manejo del terreno.
“No todas las plantas se van a sembrar de la misma forma, cada especie tiene su técnica para no dañar la raíz o la hoja y que pueda tener mayor viabilidad de desarrollo; también un buen manejo del terreno, no podemos plantar cualquier especie en la región porque existen árboles que demandan mucha cantidad de agua”, indicó.
Sobre el impacto ambiental positivo que trae la reforestación, externó que se reduce el efecto invernadero que ha provocado el calentamiento global y los desastres naturales que hasta estos años se han estado viviendo en la vida diaria, como huracanes, inundaciones, incendios y sequías por las cuales ha muerto ganado y animales silvestres.
“Una razón para plantar un árbol es que ayudan a mitigar los cambios climáticos; ahorita lo está viviendo Álamos con el incendio forestal que está causando mucho daño a la sierra; es un ejemplo vivo que tenemos y nos deja mucho que reflexionar, la magnitud ya la estamos viendo, hay mucha gente enferma en esta región de asma y problemas respiratorios, ahorita la ciudad está invadida de humo, lo cual va a afectar a la salud.
“A parte del daño que se hizo, va a durar mucho tiempo en recuperarse esos árboles, mucha fauna va a tener que emigrar de esa región donde está afectada a otra parte donde esos animalitos puedan alimentarse, abrigarse y tomarlo como su hábitat nuevamente; podemos apoyar con la reforestación, hacer brigadas, implementar tal vez un vivero donde se puedan producir plantas autóctonas de la región como la Amapa”, ejemplificó.
Liliana Ruiz López agregó el impacto social que genera la reforestación es principalmente en la salud, pues se considera que las áreas verdes, bosques, parques y el campo son benéficos en diversos aspectos de este rubro.
“La Organización Mundial de la Salud considera que las áreas verdes son un elemento indispensable para la salud en la población urbana, porque vivimos estresados por el trabajo, estudio, por el encierro; muchos nos fuimos a las áreas verdes a respirar aire puro, a los bosques, al campo. Y el estar nosotros relacionados con los recursos naturales, nos da mucha tranquilidad, nos libera de estrés, es benéfico e indispensable para la salud tener contacto con la naturaleza”, concluyó.