13 de Marzo de 2018
Con los temas Arqueología forense como prueba científica en el Nuevo Sistema Penal Adversarial y la práctica de campo Técnicas de procesamiento de escena de los homicidios, Israel Ticas Chicas, conocido en su país como el abogado de los muertos, ofreció sus conocimientos científicos a más de 40 participantes.
En el marco del Café Jurídico, Ticas Chicas explicó la parte teórica y el significado humano por el cual pasan los familiares de los desaparecidos, y como por medio de la arqueología forense se logra identificar a las víctimas.
Detalló que para procesar los homicidios con ocultamiento en pozos, fosas sépticas y en cualquier lugar donde los cuerpos pueden estar bajo tierra, enterrados o semienterrados, es importante la prueba científica para proteger el cadáver.
El abogado de los muertos hizo una comparación entre el rol científico de las nuevas técnicas del procesamiento de escenas con inhumaciones con los métodos tradicionales que se utilizan en la mayor parte del mundo. “El Salvador es país pionero en este tipo de métodos, siendo su servidor el creador de este procedimiento”, abundó.
Puntualizó que lo importante de este tipo de talleres es aprender las técnicas y las metodologías científicas para preservar el cadáver sin alteraciones, con el propósito de que la ciencia pueda realizar los estudios antropológicos. “El cadáver en el aspecto humano tiene dignidad, merece respeto y justicia. Por tal razón hay que trabajarlo con decoro, ciencia y paciencia”, subrayó.
Por su parte, el coordinador del curso taller, el académico Edmundo León Palomares puntualizó que en la práctica de campo Técnicas de procesamiento de escena de los homicidios se hizo el procesamiento de tres escenas del crimen, con diferentes tipos de fosas según la ubicación de la misma y el tipo de terreno, en donde el investigador expuso el método científico de la detección de fosas clandestinas, la preservación y el procesamiento de acuerdo a lo que marca la criminalística.
León Palomares añadió que el ingeniero Ticas Chicas tiene 31 años de experiencia como criminalista, y 15 practicando técnicas de arqueología forense creadas por él mismo. (JPCF)
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