Olivia Paredes
Ponerse de pie frente a un grupo numeroso de estudiantes, algunos de su misma edad e incluso otros más grandes que ella, fue el mayor reto que Lidia Amalia Zallas Esquer enfrentó al convertirse en docente de la Unidad Regional Sur de la Universidad de Sonora, hace 35 años.
Recién egresada de la Licenciatura en Sociología inició su trayectoria como académica en la máxima casa de estudios de los sonorenses, impartiendo la materia Metodología de la Investigación en el campus Navojoa; con esa oportunidad, enfatizó, no sólo cumplía su sueño, sino también el de sus padres, quienes anhelaban que fuese maestra.
“Me interesé en la docencia desde niña; mi primer contacto con las letras lo tuve con mis padres, ellos me enseñaron a leer y escribir mis primeras palabras. Considero que tuvieron gran influencia también mis maestros, porque adminara a mi profesor de primer año de primaria por su dedicación y responsabilidad.
“Y mis profesores de tercero y quinto grado marcaron con sus enseñanzas mi amor por la docencia; entonces la motivación y la autoestima derivada del apoyo de mis padres y maestros me ayudaron a ser una persona resiliente, a salir adelante favorablemente en mi vida personal, familiar y como profesora”, describió.
La académica del Departamento de Ciencias Sociales en la URS reiteró que un acontecimiento muy importante que marcó su vida, fue ingresar como maestra a la alma máter justo cuando acababa de egresar de la misma siendo estudiante.
“Recuerdo con gran emoción que recién terminada mi carrera, me trasladé a Navojoa, cumpliendo no sólo un sueño mío, sino también de mis padres, de ser docente en la Universidad de Sonora. Es por ello que siempre viviré agradecida con mi maestro, quien me dijo que había la oportunidad de impartir las clases; he sido muy afortunada gracias a la Institución, que me permitió crecer en lo personal y profesional”, acentuó.
Asimismo, dentro de los sucesos más relevantes de su trayectoria en la pedagogía, puntualizó que también se encuentran sus estudios de maestría y doctorado, la dirección en la Universidad Pedagógica Nacional, en Navojoa, y ser la jefa del Departamento de Ciencias Sociales en la Unidad Regional Sur, cargo que actualmente desempeña.
“Creo que estos han sido mis logros y retos más importantes, pero insisto, adaptarme a estar al frente de un grupo numeroso de estudiantes, unos recién egresados de educación Media Superior, otros de mi misma edad y otros mayores que yo, marcó mi vida. Además de superar el estrés por la carga académica”, subrayó.
Zallas Esquer señaló que a lo largo de 35 años ha visto el crecimiento de la URS, no nada más en infraestructura y áreas verdes, sino en herramientas tecnológicas que favorecen los métodos de enseñanza y fortalecen el aprendizaje de miles de alumnos, lo que la llena de satisfacción.
“Es muy bonito ver cómo ha cambiado nuestro campus. Ahora vemos áreas verdes muy bonitas e instalaciones modernas, con centros de cómputo, salas de maestros con acceso a computadoras, biblioteca con material actualizado, así como digital con base de datos, libros y revistas electrónicas, entre otras cosas.
“Pero la enseñanza también ha cambiado, se ha pasado a darle un mayor protafonismo a los alumnos, un aprendizaje centrado en ellos, donde se comprometen con su proceso de aprendizaje a través de la colaboración con sus compañeros, la reflexión individual, el pensamiento crítico; ellos mismos aprenden a resolver sus problemas”, destacó.
Todos estos cambios de los que ha sido partícipe revolucionaron la docencia, explicó, por lo que actualmente es muy importante que los profesoren logren empoderarse en las prácticas académicas innovadoras.
“Considero que se debe de apoyar a los docentes con recursos teóricos y metodológicos en línea, y además debemos repensar lo que hacemos bien y lo que nos queda pendiente por hacer en el rubro de educación Superior”, indicó.
Una situación que sin duda dejará un antecedente relevante en cuestión educativa, afirmó, es la pandemia provocada por Covid-19: esto hizo que muchas prácticas dejaran de efectuarse, otras se pusieran en pausa y unas más se sacaran adelante con apoyo en la tecnología.
“La Universidad de Sonora, para apoyar en el proceso de transición hacia lo virtual, emitó una serie de recomendaciones para el uso de las plataformas y recursos didácticos con los que cuenta; y muchos docentes y alumnos han tenido que enfrentarse a nuevas herramientas y a una forma de dar clases muy diferente a la que estaban acostumbrados”, precisó.
Lidia Amalia Zallas Esquer añadió que a pesar de cumplir con los objetivos planteados para el confinamiento, el camino ha sido un poco complicado emocionalmente para algunos, por diversas razones.
“Para los docentes porque han tenido que utilizar nuevas herramientas tecnológicas y combinar su trabajo con tareas del hogar; y en el caso de los alumnos, algunos están enfrentando un serio problema al no tener conexión a Internet o la tecnología para hacerlo. No fue raro recibir mensajes de alumnos diciendo ‘ya no quiero clases a distancia’”, concluyó.