Olivia Paredes
El envejecimiento es un proceso natural irremediable por el que atraviesan todas las personas; además del desgaste físico que dificulta realizar las actividades cotidianas, el adulto mayor se enfrenta a un deterioro emocional que puede provocar depresión, angustia, ansiedad o frustración, detallaron las responsables de Salud Estudiantil de la Unidad Regional Sur (URS).
De acuerdo con el Censo de Población y Vivienda 2020 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en Sonora habitan 2, 944, 840 personas en total; de ellas, 358, 404 tienen una edad de 60 años y más. Esta última cifra corresponde a 170, 269 hombres y 188, 135 mujeres en la etapa de vejez.
En el marco del Día Internacional de las Personas de Edad que se celebra el 01 de octubre, la médica del campus Navojoa, Zulima Ramos Lugo, señaló que el estilo de vida que llevan las personas durante las etapas anteriores a la vejez, definirá la calidad de vida y los padecimientos en sus años más avanzados.
“El adulto mayor presenta más dificultades ante las actividades cotidianas o enfrenta más deterioro físico que una persona más joven, por lo que es importante cuidar el estilo de vida tanto jóvenes como una vez en la etapa adulta; podemos ver un ejemplo en las personas con trabajos en el campo, es muy diferente el deterioro en quienes trabajan en oficina, que no están expuestas al calor ni a actividad física tan excesiva.
“En sí, el deterioro orgánico no es uniforme, algunos se deterioran antes que otros, pero tiene mucho que ver con el cuidado en etapas anteriores; por ello es importante cuidar la nutrición, el descanso, aunado a la cuestión psicológica y la familia, pues es fundamental para la atención de las personas en edad avanzada”, puntualizó.
La responsable del consultorio médico universitario precisó que los seres humanos requieren cumplir al menos con cuatro funciones básicas de sobrevivencia: el descanso, una buena alimentación, realizar actividad física y socializar; esta última es muy importante para la salud emocional.
“Como en las primeras etapas de la vida, que se lleva un control del niño sano, igual se lleva en los adultos mayores un control; porque al llegar a esa etapa van degenerándose los sistemas u organismos y hay que tener más cuidado porque ahora son un grupo vulnerable e incluso pueden necesitar ayuda para comer, asearse, cambiarse y hasta comunicarse”, subrayó.
Ramos Lugo añadió que una acción muy recurrente en la población de edad avanzada es la automedicación y en algunos casos, el seguimiento incorrecto de tratamientos establecidos; esto hace que se deteriore más y más rápido el paciente, que presente efectos secundarios o una polifarmacia.
Según los datos del Inegi, en la región del Mayo compuesta por los municipios Álamos, Quiriego, Navojoa, Etchojoa y Huatabampo habitan 331, 444 personas en total; de ellas, 50, 158 tienen una edad de 60 años o más.
La psicóloga Gisela Rodríguez Carballo explicó que siempre se debe tomar en cuenta el bienestar emocional del abuelo, ya que es normal que éste presente trastornos como la depresión y ansiedad, además de angustia y frustración ante diversas situaciones de la vida cotidiana.
“Son muy frecuentes en el adulto mayor debido al aislamiento que se tiene en ocasiones, la falta de interés por parte de las personas más jóvenes y sufren un relevo en sus casas; a veces son ocasionados por la misma falta de caminar más rápido o la pérdida de la destreza en los trabajos, pues son menos tomados en cuenta o despedidos, aunque tengan la experiencia y sabiduría.
“Con una depresión mal tratada o no tratada, pueden llegar a desear morir. En muchas ocasiones pueden lograrlo, pero son más los pensamientos recurrentes de no querer estar ahí para no causar lástima o depender de los hijos en ocasiones, quienes se quejan de tener que cuidar o lidiar al padre o abuelo”, acentuó.
La responsable de atención psicológica en el campus Navojoa enfatizó que la ignorancia en los jóvenes hace que no entiendan el proceso de evolución de las y los ancianos, lo que provoca en las nuevas generaciones inflexibilidad y falta de empatía aun sabiendo que en algún momento llegarán a esa misma etapa.
“Necesitamos simplemente inculcar valores desde la etapa temprana; con la promoción de valores familiares como el amor, empatía, paciencia, tolerancia y responsabilidad desde niños, podemos comenzar a educar a la sociedad para tenerles sobre todo mucho respeto, porque se lo merecen por ser personas que en su momento aportaron mucho a la sociedad y porque gracias a ellos estamos las nuevas generaciones”, reiteró.
Rodríguez Carballo exhortó a la población joven a ayudar a los adultos mayores, pues así como el ser humano evoluciona, la tecnología también lo hace y en ocasiones les resulta muy difícil hacer uso de la misma.
“A veces la tecnología nos rebasa a todos, principalmente el celular, que es uno de los elementos más usados; y a ellos se les dificulta mucho avanzar junto con la tecnología y esto puede llegar a generar angustia, ansiedad y frustración porque se ven en la necesidad de pedir ayuda. Ahí es donde nosotros debemos tener disponibilidad y paciencia”, indicó.
Tener grupos de encuentro con otras personas, ya sea de su edad o más jóvenes, es muy importante para los abuelos, resaltó la psicóloga; pues tienen la necesidad de platicar sus experiencias, recuerdos e identificarse con otras personas iguales a ellos.
“Los adultos mayores cuentan muchas veces una misma historia porque tienen su base biológica, ellos conservan su memoria de largo plazo, entonces a veces eso nos desespera; pero debemos tener presente que nosotros también llegaremos a su edad en algún momento y por eso es muy importante entenderlos y acompañarlos en todo momento, ya sea por teléfono, visitándolos o por cualquier medio”, concluyó.