Olivia Paredes
“Hoy, no solo se reconoce a los docentes que cumplieron de 15 a 40 años de servicio en la Universidad de Sonora; sino que se reconoce y celebra la importante labor que realizan los académicos del campus Navojoa, en beneficio de la sociedad sonorense y el resto del mundo”, afirmó Modesto Barrón Wilson.
En un cálido mensaje que dio voz al personal académico durante la Ceremonia de Reconocimiento a Docentes que cumplen 15, 20, 30, 35 y 40 años de Servicio en la máxima casa de estudios de Sonora, el académico enfatizó que dedicarse a la docencia es una tarea que se dice fácil.
“Pero detrás de todos estos años como docentes hemos vivido un sinfín de experiencias y hemos visto cómo nuestra alma máter ha evolucionado, sobre todo nuestro querido campus Navojoa, donde nos tocó impartir clases en aquellas aulas prefabricadas, los famosos tostadores; sin equipos de refrigeración, con oficinas administrativas e instalaciones provisionales en el antiguo Hospital de Neumología”, dijo.
Una historia de generación en generación
El docente adscrito al Departamento de Ciencias Económico Administrativas detalló que, a lo largo de 35 años de trayectoria, ha sido testigo de cómo poco a poco se ha transformado el campus Navojoa hasta llegar a instalaciones modernas, cómodas y funcionales; además del cambio en la comunidad estudiantil.
“Cuando iniciamos, veíamos que los estudiantes eran casi de nuestra edad; sin embargo, el tiempo pasa rápido, ahora vemos cómo los estudiantes que acaban de ingresar, al poco tiempo se están graduando. Y vienen más alumnos, y vemos que su estancia en la Universidad parece cada vez más corta.
“Es una historia que se repite y van pasando las generaciones. Aquellos jovencitos y jovencitas que vimos llegar de preparatoria, al tiempo logran ser profesionistas exitosos que ocupan cargos importantes en el sector público y privado, en instituciones gubernamentales; participando en política, en la docencia o como propietarios de importantes empresas”, subrayó.
Una labor gratificante
Barrón Wilson expresó que, como académicos, es muy gratificante recibir llamadas de exalumnos que se muestran orgullosos de haber sido parte de sus clases; también, llegar a un lugar y saber que un egresado de la Universidad forma parte del equipo de trabajo.
“Este tipo de experiencias se viven y se disfrutan mucho durante nuestra estancia en la Universidad, porque la actividad docente es de las más bonitas; se escribe una historia en cada estudiante”, acentuó.
Asimismo, explicó que la Universidad de Sonora no es solamente un centro de trabajo, sino una segunda casa donde incluso, en ocasiones, se pasa mas tiempo que en sus propios hogares; además de que se platica y convive, se tienen grupos de amigos que se ven a diario, a quienes se les tiene cariño y un afecto que se va alimentando con la misma convivencia.
“Felicitamos a todas y todos los docentes reconocidos este día; estoy seguro de que sienten este mismo orgullo y que cada uno de ellos tienen una historia que contar sobre cómo llegaron a la Universidad, todo lo que han pasado, sus momentos difíciles, las satisfacciones que han tenido y experiencias que han marcado su vida profesional.
“Quiero resaltar que he disfrutado cada día que he pasado en esta noble Institución, desde que llegué como estudiante en 1982, cuando ingresé como docente en 1988, hasta este día. Porque la Universidad de Sonora es y será mi vida; si el tiempo regresara, elegiría nuevamente ser maestro, creo que nos tocó ejercer la mejor profesión y aunque un día nos jubilemos y digamos adiós a las aulas, jamás dejaremos de ser orgullosamente búhos de corazón”, añadió.
Impulsores incansables
Por su parte, el director administrativo del campus Navojoa, Jesús Alfredo Rosas Rodríguez, destacó que es un honor y un privilegio reconocer la dedicación y el compromiso de aquellas personas que han dedicado una parte significativa de sus vidas al servicio del campus Navojoa de la Universidad de Sonora
“Hoy celebramos y honramos a aquellos que han alcanzado los 15, 20, 30, 35 y 40 años de entrega inquebrantable a nuestra institución; es importante reconocer que la labor del académico universitario va mucho más allá de la mera transmisión de conocimientos en las aulas.
“Si bien la docencia es un aspecto fundamental, su labor abarca un espectro mucho más amplio; son los arquitectos de una comunidad universitaria sustentable, equitativa, inclusiva y saludable”, externó.
Los maestros, puntualizó, son los impulsores incansables de la investigación científica, los facilitadores de la vinculación con la sociedad y los agentes de extensión que llevan el conocimiento más allá de las fronteras académicas.
“El escudo universitario simboliza valores como inteligencia, comunicación, sabiduría y búsqueda de la verdad; estos valores son compartidos y promovidos por ustedes, nuestros académicos, en su labor diaria, enriqueciendo nuestro entorno académico y guiando a nuestros estudiantes hacia el conocimiento y la reflexión”, resaltó.
Rosas Rodríguez señaló que, en 44 años de existencia del campus Navojoa, los académicos han sido un pilar fundamental en su crecimiento y desarrollo; además de ser quienes han contribuido con su dedicación, pasión y compromiso a forjar el prestigio y la excelencia que caracteriza a la institución.
“En este día de reconocimiento, quiero expresar mi más sincero agradecimiento a cada uno de ustedes por su incansable labor, su compromiso inquebrantable y su invaluable contribución a la misión de nuestra querida universidad. Felicidades a todos los homenajeados y que sigan iluminando el camino del saber por muchos años más”, concluyó.