Olivia Paredes
Con un conversatorio virtual en el que se retomó la historia y se resaltaron los avances y retos para las mujeres en materia política, la Unidad Regional Sur (URS) de la Universidad de Sonora conmemoró el 67 Aniversario del Sufragio Femenino en México; en el evento participaron legisladoras, funcionarias universitarias, académicas y estudiantes.
Fue la vicerrectora Adriana Leticia Navarro Verdugo la encargada de aperturar este espacio de discusión y reflexión acerca de la participación política de la mujer y su influencia en la transición hacia un estado de derecho garantista e incluyente, donde destacó un reconocimiento a la Academia de Derecho, el cuerpo académico Dogmática Jurídica y la Comisión de Equidad de Género del campus Navojoa.
“Me gustaría iniciar resaltando que en la Unidad Regional Sur hay un equipo de mujeres que estamos presentes, tanto en la Vicerrectoría como en la Academia, en las distintas áreas de trabajo, en los Consejos y Colegios Académicos, y en las aulas, que buscamos la equidad en todos los sentidos: desde el respeto a todas las leyes, así como el acceso a todos los derechos que tenemos.
“Siempre es importante crear estos espacios de discusión y reflexión para conocer y participar en los cambios que surgen en nuestra comunidad y la sociedad en general; el aspecto de la participación política de la mujer es de suma importancia y debemos estar al tanto de los avances que se van presentando referente a este tema”, subrayó.
La funcionaria universitaria solicitó a las académicas y estudiantes retransmitir el aporte que brindan las panelistas, tanto las legisladoras como la investigadora, con el objetivo de llegar a un mayor número de jóvenes del sur de Sonora.
María Wendy Briceño Zuloaga, diputada federal por el V Distrito, expuso que actualmente uno de los principales objetivos dentro de la legislatura es cambiar el hecho de que las mujeres sean atacadas por razones de género, además de disminuir las brechas para la inserción de las mismas en el campo político.
“La política tiene que ser transversal e interseccional, estamos aquí para reflexionar sobre las leyes, las vivencias del día a día, para luchar por los derechos disminuir las brechas a las que todavía, a pesar de los esfuerzos y el avance, nos enfrentamos por razones de género”, indicó.
Por su parte, la investigadora de la Universidad Autónoma Metropolitana Lizeth Pérez Cárdenas, recordó que fue el 17 de octubre de 1963 cuando las mujeres obtuvieron el derecho al voto en México, sin embargo, después de 67 años todavía existe exclusión, discriminación, sexismo y violencia política por cuestión de género, principalmente en las mujeres indígenas.
“A pesar de los logros en términos numéricos, las dificultades para las mujeres, principalmente indígenas, son múltiples; en México han habido 21 legisladoras indígenas, cifra muy baja. Sí están llegando a los espacios políticos de diferentes formas y lugares, pero son agredidas e intimidadas.
“El problema en México ha sido que la participación política de las mujeres, las diferentes medidas y acciones implementadas han sido incapaces de ver la diversidad al interior de este grupo tan heterogéneo; los retos son muy importantes, debemos comenzar a pensar e identificar los espacios que están ocupando las mujeres indígenas para construir un país verdaderamente democrático”, subrayó.
Durante el conversatorio, las estudiantes Karla Ahilyn Galindo Banda, Lizeth Yesenia Apodaca Meraz y Vania Sandoval Morales, coincidieron en que la violencia política persiste y arrastra a las mujeres que llegan al poder, a ejercerlo de una forma clásica.
“Una de las principales dificultades es que, si las mujeres demandan espacios, para la sociedad significa que buscan privilegios; nos restan grandes desafíos, porque en nuestra democracia todavía no se reflejan sueños y aspiraciones, sino que seguimos enfrentando obstáculos estructurales”, puntualizaron.
Las jóvenes concluyeron que las mujeres seguirán luchando por acceder a los espacios de toma de decisiones y erradicar la violencia política que se manifiesta a través de amenazas, hostigamiento e incluso exigencias de carácter sexual por el simple hecho de ser mujer.