Olivia Paredes
Además de ofrecer los mejores programas educativos para la formación profesional de los jóvenes sonorenses, la Unidad Regional Sur de la Universidad de Sonora también busca fortalecer los valores éticos y morales de sus estudiantes a través de pláticas informativas con especialistas en temas sociales.
Es por ello que se llevó a cabo en el campus Navojoa la conferencia “Quiero amor, no dinero: educando hijos con capital afectivo”, la cual promueve Grupo Telmex y es impartida por el psicólogo Israel Salazar Gutiérrez, quien radica en Guadalajara, Jalisco y se especializa en la psicoterapia.
El objetivo del tema que expuso, detalló el ponente, es despertar consciencia sobre el núcleo familiar, pues de acuerdo con su experiencia las personas que más visitan los consultorios en busca de ayuda llegan con historias de carencia afectiva o en ocasiones, aunque tengan afecto, se topan con una sociedad donde no existen valores.
“Vemos muchos cambios generacionales tanto en la experiencia como hijos, como en la paternidad, no es lo mismo hace tres o cuatro generaciones que las que estamos viendo actualmente; y la expresividad del amor, los valores en la familia, la unidad, todo esto es necesario para tener un bienestar social.
“Cuando descuidamos la familia estamos creando grietas que se van a ir ampliando y lo podemos observar en las dinámicas sociales tan delicadas y tan graves que vivimos, el desinterés, el desapego, la irresponsabilidad y si nos vamos a lo individual, hay muchas personas pasando procesos depresivos donde se sienten aisladas o con falta de identidad debido a sus necesidades no resueltas emocionales en la familia”, puntualizó.
El psicólogo enfatizó que en el mundo actual la felicidad está más asociada con el tener, que con el hacer y ser; esto significa que las personas prefieren cubrir la falta de afecto con tener un buen empleo y sueldo, y alcanzar un alto estatus dentro de la sociedad.
“La temática de la familia tiene muchas variables, una de las fuertes ya se está empezando a tocar y es la invasión de las plataformas virtuales, de las redes sociales, todo lo referente a la telefonía y la informática, donde se están modificando los valores dentro de un mismo hogar, la falta de comunicación, los roles que están teniendo madres y padres socialmente, papás trabajando e hijos que son educados por las abuelas si bien les va, todas estas son dinámicas que van modificando a la familia”, dijo.
Salazar Gutiérrez subrayó que aunque sí es posible generar un cambio para bien, esto llevaría tiempo, quizás algunas generaciones, pero depende de que todos identifiquen el rol que les toca realizar dentro de la dinámica familia, ya sea como padres o hijos.
“Debemos entender que la dinámica en la familia requiere de roles bien estructurados, definidos, limitados y los papás muchas veces no cumplen su rol, hay abandono, hay desinterés, hay poco acompañamiento. Mientras que los hijos muchas veces son demandantes, exigentes, piden libertad, pero la quieren divorciar de la responsabilidad, entonces los roles tienen que ser muy claros, muy bien definidos y cada uno de nosotros tenemos que hacer lo que nos toca”, concluyó.