Olivia Paredes
Con una conferencia sobre la intersección del género y el derecho penal, encrucijadas y estrategias para una justicia transformadora, y desafíos desde la interdisciplina, la académica del campus Navojoa, María del Rosario Molina González, participó en la V Jornada Internacional de Divulgación y Fomento a la Investigación en las Ciencias Sociales.
La docente adscrita al Departamento de Ciencias Sociales detalló que en el evento se desarrolló un taller sobre la aplicación de la teoría del delito en la construcción de la teoría del caso, en el que participaron 35 estudiantes de los campus Navojoa y Caborca, y en el que colaboró el académico Noé Bustamante.
“Es un reforzamiento de los contenidos que de manera programática se tienen en la materia de Derecho Procesal Penal; y por otro lado, como conferencista, en el desarrollo del tema se trabajó cómo la violencia de género está siendo atendida desde la normatividad en México y en específico, a través del derecho penal, sin dejar de reconocer datos graves de la violencia que sigue siendo direccionada hacia la mujer.
“La codificación penal ha tenido una transformación en la cual ha contemplado a la violencia que se ejerce contra la mujer por el hecho de ser mujer, tipificando delitos como en el caso del feminicidio; pero, además, legislaciones que han regulado todo lo que tiene que ver con violencia simbólica, cómo se constituye que los delitos se cometan a partir de una estructura de género contemplando una serie de agravantes para el carácter punitivo de las conductas”, explicó.
Hacia la definición de estrategias
Además, dijo Molina González, se planteó un recorrido de las encrucijadas, es decir, los problemas que se encuentran para luego definir las estrategias con cuáles se pueden atender cada una de las problemáticas, dando un giro de que el derecho de manera aislada no puede ser la solución mágica para poder contener la violencia.
“Sino que hoy, mas que nunca, tenemos que reconocer la necesidad de una atención interdisciplinaria en donde la psicología, sociología, antropología, trabajo social y el propio derecho puedan incidir en la atención de víctimas y en el seguimiento de los procesos”, acentuó.
Para ella, subrayó la académica, es sorprendente cómo la Suprema Corte de Justicia asume los papeles de reconocer en su discurso argumentativo la violencia de género a partir de que existen relaciones de poder o una relación de jerarquía ejercida de un género, en este caso del hombre con respecto a la mujer.
“La Corte ha hecho trabajo muy rico en casos o sentencias icónicas que nos están dando este proceso de una justicia transformadora y cómo el juzgador debe de atender los casos bajo contextos, que es la parte de la investigación y del análisis, poder visibilizar a partir de la interseccionalidad cómo una mujer víctima puede estar en sus diferentes roles de la vida social y padecer de diferentes violencias.
“Por ejemplo, puedo hablar de una mujer víctima de violencia sexual, pero es una mujer indígena, económicamente con precariedad, analfabeta, que no habla el castellano, entonces hay una serie de condiciones que se interseccionan en su contexto de violencia y cómo la Corte o Poder Judicial está abonándole para empezar a ejercer una justicia transformadora que reconozca que es un problema”, resaltó.
Asimismo, dijo, que reconozca que se direcciona la violencia contra la mujer, que existen indicadores que se dan a los juzgadores u operadores del derecho en los cuales tienen que advertir cómo se interseccionan los contextos de violencia; y cómo el juzgador tiene que hacer una serie de ajustes razonables para poder garantizar en realidad un acceso a la justicia como derecho fundamental de las mujeres víctimas de violencia.
“El derecho por sí solo, un enunciado normativo no va a ser nunca suficiente como para poder transformar este contexto de violencia. Entonces, incidir desde todos estos espacios de procuración de justicia, de administración de justicia, de la creación de una norma jurídica que esté en un discurso neutral, que no reproduzca roles y estereotipos de género.
“Esto fue el propósito de mi conferencia, sensibilizar, romper una barrera para que nosotros como investigadores del derecho, no limitarnos solamente a estudiar el derecho desde lo que dice la ley; el enunciado de la ley, sin una política pública, sin un estudio interdisciplinario, será solamente derecho de papel”, concluyó.